Zönico: un viaje sensorial desde la Amazonía al corazón urbano de Lima

-Por Jessica Garibaldi-

por podium

En la ciudad donde los contrastes son la norma, donde la modernidad convive con la tradición, surge Zönico, el restaurante que promete redefinir la experiencia gastronómica limeña. Ubicado dentro de nhow Lima, un hotel que celebra el arte, la arquitectura y la cultura contemporánea, Zönico se presenta como mucho más que un espacio para comer: es una travesía sensorial, un diálogo entre la Amazonía y la ciudad, entre lo ancestral y lo contemporáneo, entre la emoción y la técnica. 

Para su creador, el chef malayo Wilfred Dass, la cocina no es solo una profesión, sino un lenguaje universal que conecta culturas y memorias. Tras recorrer cocinas de todo el mundo —desde Brunéi hasta Bermudas, Dubái, Londres y el Caribe— Dass encontró en Lima un terreno fértil para expresar su visión: “Después de tantos años viajando, comprendí que la cocina es un espejo del camino interior. Zönico me ha permitido volver a mis raíces; respeto por el producto, curiosidad por aprender y deseo de compartir”, comenta mientras describe su relación con la despensa local y con el Amazonas, protagonista indiscutible de su propuesta. 

El restaurante nace de una idea clara: el Amazonas como eje narrativo. No se trata de recrear sus paisajes de forma literal, sino de trasladar su esencia a cada plato, evocando su diversidad, su fuerza y su capacidad de conectar culturas. La carta de Zönico recorre los ocho países que toca el río, utilizando ingredientes poco conocidos fuera de sus regiones de origen, como la cocona, el tumbo, el macambo, la castaña amazónica o el bastón de emperador. Cada insumo es trabajado con técnicas contemporáneas —curados, fermentaciones, brasas, cocciones lentas— que buscan resaltar su alma sin perder la emoción de lo natural. “No intentamos replicar recetas tradicionales, sino interpretarlas de una forma que despierte emociones. Cada plato cuenta una historia, y nuestra labor es lograr que esa historia tenga sabor, textura y sentido”, explica Dass. 

La experiencia de comer en Zönico es deliberadamente pausada. No se trata de una visita rápida ni de un menú funcional; es un ritual multisensorial. Los aromas se mezclan con la iluminación, los colores de los platos dialogan con los del espacio, y cada textura evoca un recuerdo, una sensación o un lugar. Platos como el ceviche con leche de tigre de tumbo o la pasta con tinte de calamar y arroz negro de la selva no solo desafían el paladar, sino que invitan a explorar la memoria sensorial de quien los prueba. “Queremos que quien lo pruebe sienta curiosidad, nostalgia o sorpresa. La emoción es el ingrediente invisible de toda buena cocina”, señala el chef. 

Pero Zönico no solo es un viaje de sabores. Es también un compromiso con la sostenibilidad y el desarrollo local. La relación con productores amazónicos no se limita a la compra de insumos; implica conocer sus historias, sus contextos y su impacto. Así, la gastronomía se convierte en una herramienta de respeto, visibilización y colaboración con las comunidades. Dass lo define con claridad: “Para nosotros la sostenibilidad no es una tendencia, sino una responsabilidad. Trabajar directamente con las comunidades nos permite tener productos frescos, auténticos y contribuir al desarrollo de una gastronomía con propósito”. 

En su diálogo con la escena gastronómica limeña, Zönico se distingue por su voz propia. No compite, sino que abre un espacio de conversación con la cocina peruana y latinoamericana. Su propuesta, que mezcla lo natural con lo artístico y lo local con lo global, refleja también la filosofía de nhow Lima, un hotel que integra el arte y la gastronomía como narrativas complementarias. La decoración del restaurante incluye guiños a la cosmovisión andino-amazónica, mientras que el ambiente respira modernidad. Todo está pensado para generar una experiencia coherente, intensa y memorable. 

Mirando hacia el futuro, Dass imagina a Zönico como un espacio en constante evolución, que siga explorando los secretos de la Amazonía, descubriendo nuevos ingredientes y creando experiencias que integren gastronomía, arte y cultura. Más que un restaurante, Zönico se proyecta como un punto de encuentro para chefs, artistas y productores que compartan la misma filosofía: observar lo local con ojos contemporáneos, viajar con el paladar y sentir con todos los sentidos. 

En una Lima donde la gastronomía es ya un fenómeno cultural y emocional, Zönico llega como un nuevo mito contemporáneo: una invitación a mirar la ciudad y la naturaleza que la rodea desde otra perspectiva, a descubrir que entre la Amazonía y la urbe existe un puente que late en cada plato, en cada aroma y en cada emoción. Como el Amazonas mismo, Zönico fluye, conecta y transforma.

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