- Tu carrera en Marriott empezó desde la recepción del JW Marriott Lima. ¿Qué aprendizajes te dejó esa etapa inicial y cómo marcaron tu camino hacia la gerencia general?
Empezar en la recepción del JW Marriott Lima fue el mejor comienzo que pude tener, porque fue una escuela invaluable. Ahí descubrí el verdadero concepto de hospitalidad y el servicio al cliente y en el camino fui reforzando la importancia de la empatía, tanto para los huéspedes como para los asociados, algo que sigue guiando mi forma de liderar. Pero sobre todo en esta etapa empecé a conocer compañeros y mentores que me enseñaron el significado de liderazgo y del trato genuino a los asociados. Siempre digo que en la recepción de un hotel aprendes a lidiar con tantas situaciones que sin pensarlo ya estas listo para el siguiente paso.
Marriott es una compañía que valora el crecimiento interno y depende de cada uno aprovechar estas oportunidades, siguiendo los estándares y valores de la compañía. La mayoría de los gerentes de departamento, directores y gerentes generales empezamos en posiciones operativas.
- Tras casi dos décadas en la cadena, ¿cuáles consideras que fueron los hitos clave que te prepararon para asumir la dirección del Courtyard Lima Miraflores?
Cada experiencia, cada rol y cada situación dentro de Marriott me fue preparando para asumir el rol de Gerente General. Pasar por distintas posiciones en el área de Rooms, asumir responsabilidades de liderazgo, participar en aperturas de hotel, liderar taskforce: oportunidades de estadías en hoteles de la Cadena para ayudar en proyectos, procesos o auditorías, renovaciones y formar parte de equipos multidisciplinarios me dio una visión integral de la hotelería. Pero, sobre todo, el haber trabajado con equipos tan profesionales y líderes extraordinarios que confiaron en mí y me retaron a crecer marcó un antes y un después en mi desarrollo.
- Bajo tu liderazgo, el hotel ha pasado por una renovación profunda. ¿Qué visión tuviste al momento de impulsar esa transformación estética y funcional?
Bueno fue un trabajo en conjunto, donde estuvimos involucrados tanto Marriott como los propietarios. Quisimos que el hotel reflejara la identidad vibrante y contemporánea de Miraflores, respondiendo al perfil de un huésped cada vez más dinámico, conectado y exigente. La renovación fue pensada no solo desde el diseño, sino desde la funcionalidad, la eficiencia y la experiencia completa. Buscamos un espacio moderno, acogedor y flexible, que acompañe tanto al viajero de negocios como al de placer. Añadimos un espacio para reuniones o juntas de negocios y le dimos un toque moderno y funcional a las habitaciones.
- El Courtyard fue reconocido como “Hotel del Año” entre más de 1,300 hoteles. ¿Qué factores crees que fueron determinantes para alcanzar ese reconocimiento?
Me sentí muy orgullosa cuando recibimos ese reconocimiento. Fue una increíble sorpresa. Para mí el factor más importante que tiene el hotel y por lo cual considero que alcanzamos cada logro es la gente, los maravillosos asociados con los que trabajo; y que ellos se sientan comprometidos y satisfechos hace que transmitan ese bienestar a los huéspedes y sean ellos los que nos consideran su lugar favorito para hospedarse. Fuimos elegidos por nuestros resultados en ventas y en los principales indicadores de gestión en Revenue, asía como la satisfacción del cliente y clima laboral. La clave ha sido el enfoque permanente en la atención personalizada, búsqueda constante de la excelencia en el servicio, la innovación y el compromiso genuino de nuestro equipo. Cada área del hotel trabaja con una visión clara: brindar una experiencia memorable y superarnos año tras año.
En la premiación, se recordó la frase que repetíamos en los momentos más difíciles: Vamos con todo! Creo que esa actitud de enfrentar a las dificultados, resiliencia y confiar en tu equipo hicieron posible tener tan buenos resultados.
El año pasado también fuimos reconocidos también como el mejor hotel en MSB en CALA.
- Uno de los logros más destacados ha sido lograr un clima laboral 100 % positivo. ¿Qué estrategias aplicas para fomentar un equipo motivado y comprometido?
Nuestra cultura se basa en la confianza, el reconocimiento y el desarrollo constante. La frase que resume la filosofía y la manera de hacer negocios en Marriott fue dicha por nuestro fundador hace más de 60 años; “Cuida a tus asociados, que ellos cuidarán a tus clientes”. Creo firmemente en escuchar activamente, en liderar con cercanía y en celebrar los logros juntos. También ponemos mucho énfasis en crear oportunidades reales de crecimiento interno. Cuando las personas se sienten valoradas, dan lo mejor de sí, y eso se refleja directamente en la experiencia que brindamos a nuestros huéspedes.
- En tu experiencia como líder, ¿cómo impulsas el desarrollo de nuevas generaciones, especialmente de mujeres jóvenes en la industria hotelera?
Estoy convencida de que el liderazgo femenino en la hotelería es fundamental. Promuevo el desarrollo de mujeres jóvenes, ofreciéndoles mentoría, visibilidad y confianza en sus capacidades. Les transmito que sí es posible crecer, tomar decisiones y liderar desde nuestra autenticidad. La industria necesita más referentes femeninos y me siento comprometida en ser parte de ese camino. Algo que debo resaltar es que la compañía esta enfocada en el desarrollo femenino desde hace décadas y nos hace parte de este objetivo global.
- ¿Cómo visualizas el futuro de la hotelería en el Perú y la región? ¿Qué valores crees que marcarán la diferencia en los próximos años?
La hotelería en Perú y Latinoamérica tiene un potencial enorme. Si bien como país, aun no recuperamos la cantidad de turistas que teníamos en el 2019, veo con optimismo el mediano y largo plazo. La clave estará en adaptarse a las nuevas expectativas del viajero, priorizando la sostenibilidad, la tecnología y la personalización. Pero por encima de todo, los valores que marcarán la diferencia serán la autenticidad, la ética y la calidez humana. En un mundo cada vez más automatizado, el trato genuino y las conexiones emocionales serán nuestro mayor diferenciador.
- Después de tantos años de trabajo y crecimiento, ¿qué te motiva cada mañana a seguir liderando con la misma pasión?
Yo creo que me motiva ver el esfuerzo de mi equipo para lograr resultados extraordinarios y que tienen esa actitud llena de ganas y pasión. Yo creo que como lideres también nos tenemos que automotivar, y en mi caso siempre trato de hacerlo y mantener una buena energía y alegría, que considero son claves para poder tener a un equipo contento. Ver a mi equipo crecer, enfrentar desafíos y celebrarlos juntos me da energía cada día. Liderar este hotel, sobre todo en su décimo aniversario, es un honor y una responsabilidad que asumo con mucha gratitud y compromiso. Siempre le repito a mi equipo que tenemos que mantener nuestra esencia. Yo rio a carcajadas cada día, nos divertimos muchísimo trabajando sin dejar de ser responsable y cumplir con nuestras obligaciones, pero es la manera que encontramos para que las cosas funcionen. Amar lo que hacer y divertirte trabajando.
- Si pudieras darle un consejo a esa joven que empezó en la recepción del JW Marriott en el año 2000, ¿qué le dirías hoy?
Le diría que no tenga miedo a atreverse, que crea en ella, que parte del camino será caerse pero tiene que levantarse y que confíe siempre en sus capacidades. Pero sobre todo que nunca pierda su esencia y la pasión en cada cosa que haga, porque se sorprenderá de lo que esta por venir.
- Algo más que desees agregar sobre ti o tu experiencia laboral.
Creo que siempre hay que estar agradecida con las personas y con las oportunidades que se presentan. Estos 10 años del Courtyard Lima Miraflores han sido una historia de constancia, evolución y logros compartidos. Estoy profundamente agradecida con Marriott, con mi equipo por su entrega diaria, y con nuestros huéspedes por confiar en nosotros y la lealtad que nos ofrecen..
