El arte es un espejo del alma, y para Claudia Caffarena, cada obra es una ventana hacia sus propias búsquedas y descubrimientos personales. La artista plástica peruana, cuya formación abarca desde el diseño y la dirección de arte en Lima y Barcelona, hasta la escultura textil y la cerámica, ha logrado fundir en sus piezas una narrativa visual profundamente íntima, donde se mezclan la historia ancestral y la modernidad. En una conversación con Podium Latinoamérica, Caffarena nos lleva a descubrir el proceso detrás de su arte, un viaje por el tiempo y la memoria que redefine los símbolos ancestrales bajo la mirada contemporánea.
El Arte como Huella Personal
La historia de Caffarena no se limita solo a las técnicas que domina, sino que se convierte en una búsqueda constante de entendimiento y transformación. La artista define su trabajo como un reflejo de su tránsito personal, de sus luchas internas, sus dolores y sus esperanzas. En sus palabras, cada pieza es un testimonio de su evolución constante como ser humano y como creadora. «Cada obra nace de ese caminar interior, de mis preguntas, de mis silencios y de mi evolución», explica Claudia.
Su formación en diseño le dio las bases para conceptualizar su arte antes de materializarlo. Para ella, el proceso creativo inicia con la idea, con la necesidad de expresar algo concreto, algo profundo. Sin embargo, es en la escultura textil y la cerámica donde sus piezas toman forma, uniendo lo físico con lo simbólico. «Cuando comienzo a tejer o destejer, entra la escultura textil, un proceso íntimo, casi meditativo», comenta, describiendo cómo el tiempo y la intuición se entrelazan en su trabajo.
Un Encuentro con el Pasado
El trabajo de Claudia Caffarena no se limita a la reinterpretación de símbolos del pasado, sino que nace de un encuentro profundo con la historia. Su residencia artística en el Museo Amano, que incluyó un exhaustivo trabajo de investigación sobre técnicas prehispánicas de tejido, marcó un antes y un después en su obra. «Fue ahí donde descubrí un mundo de conocimiento», relata, «el contacto con arqueólogos y restauradores generó en mí un proceso profundo de enamoramiento por nuestra historia». Este amor por las raíces culturales de Perú se convierte en la fuerza motriz de sus trabajos, un viaje hacia los ancestros que, al mismo tiempo, es un redescubrimiento personal.
Claudia asegura que las tradiciones ancestrales no solo enriquecen su arte, sino que se integran de manera fluida en su lenguaje contemporáneo. Sus piezas se convierten en un puente entre el pasado y el presente, en un diálogo constante con las culturas originarias que forman la identidad de nuestro continente. «Lo que se dijo siglos atrás en nuestra historia tiene una fuerza y un conocimiento profundos. Mi trabajo busca transmitir esas voces desde un lenguaje contemporáneo», afirma.
Fragmentos: Una Reflexión sobre la Sociedad
En su exposición «Fragmentos», presentada en MADGalería en 2022, Claudia invitó al público a reflexionar sobre una sociedad fragmentada y jerarquizada. A través de huacos contemporáneos, cerámica y tejidos neoancestrales, Caffarena exploró la deuda histórica que aún persiste en la sociedad peruana. La respuesta del público fue unánime: sus obras, marcadas por el dolor de la fractura social, también transmitían un mensaje de esperanza y de anhelo por el reencuentro.
«Fragmentos fue una invitación a mirar nuestro origen desde lo contemporáneo», explica Claudia, quien considera que el arte tiene el poder de activar una reflexión profunda sobre las injusticias históricas y su repercusión en el presente.
El Universo Femenino y «Mujeres de Poder»
La búsqueda de Caffarena no solo se centra en la historia y la identidad, sino también en el universo femenino, un tema que ha abordado con especial sensibilidad. Su obra «Mujeres de Poder», que rinde homenaje a la transformación íntima que define a muchas mujeres, fue inspirada por una pieza prehispánica que Claudia vio en el MET de Nueva York: una mariposa sobre una telaraña. «Esa imagen me provocó una vibración de éxtasis, porque así me sentía tras años de recorrer el camino del vuelo del águila: renovarse o morir», reflexiona Claudia, comparando el proceso de transformación personal con la fragilidad y la fuerza de la mariposa. Para ella, una mujer de poder es aquella que se atreve a cuestionarse, a renovarse constantemente.
Tejiendo la Memoria y la Resistencia
Recientemente, Claudia participó en la exposición «Contemporáneas» en el Museo de Minerales Andrés del Castillo, una muestra colectiva en la que exploró el universo femenino junto a otras artistas peruanas. Para Caffarena, este tipo de colaboraciones son vitales para visibilizar el arte hecho por mujeres y abrir espacios donde antes no había voz. «No se trata de competir, sino de acompañarnos y de encontrar nuestro lugar en el arte desde una mirada femenina», asegura.
El próximo proyecto de Claudia la llevará a la Feria Pinta Parc 2025, donde presentará su obra «Jardín Chancay», un homenaje a las culturas originarias y un espacio de reflexión sobre la migración. Con materiales reciclados que aluden a la dureza de la historia latinoamericana, Claudia construye un jardín negro que simboliza resistencia y memoria. «Es una invitación a imaginar nuestra relación con el mundo, un puente entre nuestras raíces y un presente que demanda nuestras voces para enfrentar la crisis ambiental», explica.
La Transformación Continua
La obra de Claudia Caffarena no solo invita a mirar al pasado, sino a reflexionar sobre la manera en que podemos transformar nuestra realidad. En su arte, la memoria se convierte en un acto de resistencia, un proceso que no solo busca redescubrir la identidad, sino también transformar el presente desde un lenguaje visual lleno de fuerza, de simbolismo y de esperanza.