Yango rompe lazos con su socio clave Yego, dejando a conductores peruanos en la incertidumbre
Esta semana, las redes sociales se llenaron de comentarios preocupados de taxistas que trabajaban con Yango, ya que cientos de conductores en Lima perdieron repentinamente el acceso a pedidos sin ninguna explicación. ¿La causa? Yango cortó inesperadamente su relación con uno de sus socios clave en Perú, la empresa de taxis Yego, dejando a la compañía y a sus conductores afiliados en una situación precaria.
Una ruptura repentina en una asociación exitosa
Yango, una de las plataformas de transporte por aplicación, ha operado en Perú durante algunos años, trabajando principalmente con empresas locales de taxis. Yego, un operador de taxis con sede en Lima, anteriormente conocido como Taxi Monterrico, se transformó en un proveedor de conductores para Yango y había prosperado. En 2024, la empresa reportó un aumento del 10 % en sus ventas en comparación con 2023 e incluso anunció planes de expansión más allá de Perú.
Sin embargo, en la primera semana de febrero, Yango puso fin abruptamente a su colaboración con Yego. En los días siguientes, los conductores afiliados a Yego fueron redirigidos a otros socios, lo que en la práctica disolvió el negocio de Yego de la noche a la mañana. La decisión, tomada unilateralmente por Yango, dejó a Yego sin otra opción que cesar sus operaciones.
Una despedida emotiva
El Director de Operaciones de Yego, Gonzalo Fajardo, abordó la situación en un emotivo video en el que anunció la suspensión de las operaciones de la empresa en Perú. Con lágrimas en los ojos, se despidió de los conductores que Yego había apoyado durante los últimos 22 meses.
Aunque la declaración oficial de Yango presentó la terminación de la sociedad como una decisión mutua, la abrupta ejecución sugiere lo contrario. Apenas unos días antes, Yego había compartido en TikTok planes para lanzar un programa de beneficios a largo plazo para los conductores que trabajaban con Yango, planes que ahora han quedado en el aire.
Un precedente para las prácticas empresariales en Perú
Este caso genera preocupación sobre las prácticas de las grandes empresas internacionales en el mercado peruano. Yango ingresó inicialmente a Perú ofreciendo incentivos atractivos y contratos a empresas de flotas. Un ejemplo es Lizzo, un operador local que, tras asociarse con Yango, abrió una oficina en Arequipa, se comprometió a destinar $12 millones en financiamiento para conductores en los próximos 6 a 12 meses y contrató a 200 nuevos conductores en su primer mes de colaboración.
Sin embargo, aunque estas inversiones parecen beneficiosas, también generan una gran dependencia de Yango. La caída de Yego ilustra lo rápido que estas asociaciones pueden desmoronarse, dejando a las empresas locales en una posición vulnerable y desestabilizando el sector del transporte en el país. El caso de Yego es una advertencia contundente para los operadores de taxis peruanos: asociarse con gigantes globales del transporte puede ser lucrativo, pero esas alianzas pueden desvanecerse en un instante, con consecuencias devastadoras para negocios y conductores.
¿Qué sigue?
Con la salida de Yego, los conductores afectados deben adaptarse a nuevos operadores de taxi, pero la incertidumbre persiste. ¿Correrán otras empresas aliadas la misma suerte? A medida que el mercado peruano se vuelve cada vez más dependiente de Yango, los efectos a largo plazo de este cambio de poder aún están por verse.