Maria Fernanda Olea – Cuando pasamos a la recepción, después de haber sido parte de la ceremonia ya sea civil o religiosa, los invitados anticipan tres cosas: los bocaditos, la música y el pastel de boda. Y este último es muy esperado puesto que el pastel puede venir en muchas presentaciones, es decir, es un punto en donde los novios pueden dejar a rienda suelta su creatividad.
Primero se tiene que pensar en el color y los diseños que se le van a aplicar al pastel. Este puede ser tradicional con masa blanca y cintas plateadas o doradas.
También se pueden elegir colores más llamativos de acuerdo a la temática por la cual se haya optado para la boda o formas poco convencionales.
De igual manera para las decoraciones se pueden elegir adornos florales que contrasten con la sencillez del pastel.
Otro a detalle considerar es el número de pisos que va a tener el pastel. Estos pueden ir desde dos pisos si se realiza una ceremonia pequeña o pueden llegar a los 6 pisos o más si el evento es a gran escala.