La colección primavera-verano 2020 que Michael Kors presentó en el Duggal Greenhouse en Brooklyn, convertido en un parque iluminado por el sol se convirtió en en una celebración del sueño americano.
El diseñador ha hablado sobre su desfile antes de que empezara el show: «soy neoyorquino y quería que este desfile destilara la fuerza y el optimismo de la ciudad.
La colección explora el equilibrio entre pragmatismo y encanto y entre energía y romanticismos que subyace en el núcleo de la moda americana.
Es una celebración de la diversidad del estilo y la belleza americana».
El desfile se caracterizó por una gran variedad de estilos.
Propuestas, en ocasiones opuestas como el ‘preppy’ o el punk, que se articularon junto a románticos y florales vestidos, junto a conjuntos masculinos con el ‘tailoring’ como protagonista, estampados con las barras y estrellas de la bandera americana junto a destellos metálico, estampados de cuadros masculinos con cuadros ‘vichy’. A la hora de los complementos tamaños dispares como el XXL de los ‘basket-bags’ a los más pequeños como el ‘saddle’. Una gran diversidad de estilos de las mujeres del siglo XXI en la que reflejarse.