Muchos consideramos al invierno como la estación en la que el sol «no está presente», por lo tanto, no creemos importante la necesidad de usar lentes de sol. Sin embargo, la polución y los rayos UV que se mantienen presentes también en esta época del año, pueden jugarle una mala pasada a tus ojos, afectando así la visión y generando otras enfermedades oculares.
Los especialistas de GMO aseguran que durante los meses de invierno el sol transmite las mismas radiaciones de luz igual de perjudiciales que durante el verano, aunque parezca que se encuentra escondido por factores como la neblina o extensas capas de nubes, la exposición excesiva de los ojos a las radiaciones UV sin ningún tipo de protección puede ser perjudicial para ellos. Asimismo, otros factores climáticos como viento, llovizna, polución y humedad, bastante comunes en nuestra ciudad, también afectan el estado de los ojos provocando algunas molestias como resequedad, rojez y lagrimeo.
Para evitar este tipo de males y posteriores consultas al oftalmólogo, en GMO recomiendan el uso de lentes de sol cada vez que salgamos a la calle, especialmente si es entre las 11:00 de la mañana y las 4:00 de la tarde que es cuando los rayos ultravioletas son más dañinos. Asimismo, es importante siempre seleccionar una montura solar que cuente con lunas de protección UV, lo cual garantizará una correcta y completa protección a los ojos.
Las enfermedades visuales son completamente prevenibles si se actúa a tiempo. Por ello, es importante el uso de lentes, tanto en adultos y niños, que bloqueen al 100% los rayos de sol durante todo el año y no solo en verano, como se ha creído por mucho tiempo.