La propuesta de Fendi para la próxima primavera/ verano 2024 propone una elegancia sobria en la que las bailarinas aro se convierten en la alternativa perfecta a los tacones
La semana de la moda de Milán ha dado comienzo y Fendi ha inaugurado el show con paso tranquilo, pero firme. Figurada y literalmente. Y es que al igual que las modelos, Kim Jones ha presentado una propuesta comedida, relajada y muy ponible. Inspirado por la despreocupación de las mujeres de Roma, el director creativo de la casa italiana ha abogado por looks en los que los tonos neutros se despiertan a base de pinceladas de naranja, amarillo y azul celeste en un ejercicio cromático que invita a una primavera sofisticada y anclada a la vida real.
Quizás precisamente por ese enfoque realista de la moda, no sorprende que a los abrigos de napa marrón, o los vestidos de punto (tan favorecedores como confortables) se haya unido además uno de esos accesorios inquebrantables (con permiso de los icónicos bolsos de la firma), como son las bailarinas.
Claro que aquí el utilitarismo no deja nunca de lado a la estética y, al diseño cómodo y todoterreno de la bailarina clásica, se une aquí un detalle que, sin duda, marca la diferencia. Hablamos, claro está, de ese sutil aro metálico y rígido que abraza el tobillo. Una suerte de zapato joya que deja claro que lejos de abandonarnos, la próxima primavera/verano 2024 continuaremos rendidas a los encantos de las bailarinas pero, eso sí, apostando esta vez por una fórmula más especial. La propuesta de Fendi sigue así la estela de otros hits de calzado que ya estamos viendo este otoño/invierno (cómo olvidarnos del auge de las Mary Janes o las bailarinas de ballet), pero nos muestra hacia dónde mira ahora la casa: hacia una mujer pragmática y sofisticada, que encuentra su estilo en gestos sutiles pero rotundos como el de estas bailarinas aro.
Una apuesta que, además, tal y como pudimos ver sobre la pasarela, resulta ideal para combinar con vestidos, shorts o, en realidad, cualquier tipo de pantalón, siempre que nos apetezca renunciar al tacón, pero no a la sofisticación. Y si ir cómoda en primavera pasa por una fórmula así de estética, resulta difícil imaginarnos ya con otro tipo de calzado en cualquier evento.
Publicado Originalmente por : VOGUE