Si durante los últimos días te cuesta conciliar el sueño, te despiertas antes de tiempo y/o te desvelas en medio de la noche es que estás sufriendo un caso leve de insomnio primaveral. Como nos cuenta Gema Cabañero, fundadora del centro de estética y clínica antiaging que lleva su nombre y directora de I+D+i de la firma de nutricosmética avanzada 180 The Concept, “el insomnio primaveral es uno de los efectos de la astenia primaveral, una sensación pasajera correlacionada con el inicio de la primavera y que se produce como consecuencia de los desórdenes en el mecanismo fisiológico normal de adaptación de las personas a una nueva estación. Los cambios en los biorritmos provocan un cambio emocional que, a su vez, puede verse reflejado en nuestro descanso”.
Y es que el aumento progresivo de las horas de luz y la subida de las temperaturas tienen un efecto directo tanto en la cantidad como en la calidad de sueño y eso se nota, y mucho, en nuestra piel. Porque todos sabemos cómo nos encontramos tras varios días seguidos sin alcanzar la muy necesaria fase de descanso reparador. Por un lado, nos levantamos sin energía, con una sensación constante de cansancio, de mal humor irritables y con problemas para concentrarnos y mantener la atención. Por otro, con la cara hinchada, las arrugas marcadas, unas bolsas hasta el suelo y unas ojeras más oscuras que una noche sin luna. Además, cuando dormimos mal, la piel pierde luminosidad, los poros se hacen más visibles, aumenta la flacidez y se reduce la elasticidad, la barrera cutánea se debilita y la deshidratación se acelera.
La experta nos explica por qué sucede esto: “el aumento de las horas de luz hace que disminuya la producción de melatonina y que se incremente la de serotonina, provocando que nos sintamos más despiertos, lo que repercute en el reloj biológico. A esto hay que sumarle que la subida de la temperatura influye directamente en la dificultad a la hora de poder conciliar el sueño. No descansar correctamente origina un estado de estrés y ansiedad continuado que hace que los niveles de cortisol permanezcan elevados. Entre otras funciones, el cortisol se encarga de inhibir el sistema inmunológico para reservar energías y causa también un aumento de la histamina. Por ello, si el insomnio se alarga en el tiempo, será necesario tratarlo”. La buena noticia es que este proceso de adaptación a la nueva estación es transitorio. Durante las próximas dos o tres semanas, los ritmos circadianos del organismo se irán sincronizando con los biorritmos de la naturaleza hasta recuperar el equilibrio perdido.
Para minimizar los efectos de la llegada de la primavera y del inminente cambio de hora, propiciar el descanso reparador y prevenir el envejecimiento prematuro de la piel, Gema Cabañero ha creado el Plan Descanso (165 €,), un programa de nutricosméticos formulado con una exclusiva combinación de micronutrientes que aumenta la sensación de bienestar, reduce el estrés y facilita la conciliación del sueño. Entre sus principios activos destacan el citrato de magnesio, el L-Triptófano, el zinc, los ácidos fólico y ascórbico y las vitaminas B1, B6, B9, C y E, que favorecen tanto la producción de melatonina (que regula el ciclo sueño- vigilia) como el equilibrio energético, tienen propiedades antioxidantes y estimulan la síntesis de colágeno. Así que, si quieres recibir la primavera descansado y con tu mejor cara, completa tu rutina de cuidados cosméticos con el poder de la nutricosmética.
Escrito originalmente por:
GQ