Hay una rutina de burpees y cuerda para saltar que te hace trabajar todo el cuerpo en menos de 20 minutos, y es un buen reto para cuando quieres un entrenamiento intenso pero no tienes demasiado tiempo para hacer ejercicio.
El ejercicio fue lo que nos mantuvo cuerdos a todos durante la pandemia, pero no hay que bajar la guardia y ahora que ya has empezado, es hora de seguir adelante y de buscar nuevos retos y desafíos para mantener todos tus logros y seguir avanzando. Y eso puedes hacerlo con rutinas que no requieren de una visita al gimnasio y que solo necesitan algunas piezas básicas de equipo para que puedas realizarlas y obtener todos los beneficios. La rutina de burpees P.U.M.P, por ejemplo, es un entrenamiento de 16 minutos que funciona con el método EMOM (cada minuto por minuto) y que busca realizar la mayor cantidad de trabajo posible en una sesión corta e intensa.
El entrenamiento se realiza usando un temporizador o cronómetro para que puedas realizar un número determinado de repeticiones en cada minuto del workout, dejando el resto del minuto como tiempo de descanso (que no quiere decir que puedas acostarte en el suelo) al terminar las repeticiones y antes de comenzar el siguiente minuto con otro ejercicio.
El nombre de la rutina (P.U.M.P) significa “Progress Ultimately Mirrors Purpose” o en última instancia, el progreso refleja el propósito, que se refiere a que es importante entender por qué estás haciendo el entrenamiento y tomar eso como una motivación para trabajar tan duro como puedas, siempre cuidando la forma de cada ejercicio del entrenamiento y asegurándote de terminar absolutamente todas las repeticiones (aunque se vale hacer menos e ir aumentando conforme ganas fuerza y mejoras tu condición).
Se trata de una especie de mantra que recuerda que, al hacer ejercicio, es importante tener un plan claro, saber qué es lo que quieres lograr y ajustar tus entrenamientos a las metas que estás buscando, además de que es importante encontrar algo que te apasiones para que no vayas a tirar la toalla a la mitad del proceso.
GQ
Por
Paloma González