- A Quiet Place: Day One –la tercera entrega de la franquicia de Un lugar en silencio– llega a salas del cine como un spin-off y una precuela en la lista de las películas más esperadas del 2024.
Ya se estrenó A Quiet Place: Day One –la tercera entrega de la franquicia de A Quiet Place– siendo a la vez un spin-off y una precuela después de una larga espera en la lista de películas para este 2024. Como fanática de la saga original creada por John Krasinski, no estaba segura de qué esperar, ya que el actor estadounidense no regresó como director ni como escritor. El director de la película, Michael Sarnoski, reconocido por Pig (2021), tiene el crédito exclusivo del guion, aunque también acreditan a Krasinski en el desarrollo de la historia para la película.
Antes de ver la cinta, me intrigaba el hecho de que esta trama estaba situada en Nueva York, una de las ciudades más ruidosas del mundo, a diferencia del ambiente más rural de las últimas dos. A decir verdad, estaba más preocupada por la posibilidad de que fuera una película que no cumpliera con las expectativas de una exitosa saga, priorizando cantidad sobre la calidad. Pero, mi sorpresa fue que A Quiet Place: Day One esquiva esa tragedia. Es refrescante, creativa e inesperada. Ni siquiera la clasificaría como una película de terror tal cual. Es más un drama suspense-thriller, y esto funciona a su favor: Tiene sus instantes de tensión y suspenso que te tienen saltando, sí, pero son los pequeños, íntimos momentos entre los dos personajes principales que brillan en la película. El resultado es una cinta conmovedora que parece ser menos de terror y más sobre todo aquello que nos hace humanos.
Conocemos a Samira, una paciente con cáncer terminal, interpretada por la fantástica Lupita Nyong’o. Nyong’o, naturalmente, domina la pantalla (por algo ganó el Óscar para mejor actriz de reparto por su primer largometraje, 12 Years a Slave, hace 10 años). Sam vive en un hospicio en las afueras de la ciudad, pero se encuentra en Manhattan en una excursión grupal con otros pacientes para ver un show de marionetas. Poco después, el caos explota en la ciudad con la invasión de los intimidantes alienígenas que conocimos dos películas atrás. Estas criaturas son ciegas, con un oído ultra desarrollado, e inmediatamente empiezan a atacar a gente.
Después de tener unos encuentros muy cercanos y aterradores con los alienígenas (Nyong’o sí que sabe poner una gran cara de terror), Sam comprende la gravedad de la situación y embarca en una misión. No es la típica misión que esperas de una película distópica como esta. Sarnoski lo explica perfecto en una entrevista con The Hollywood Reporter, “La supervivencia suele ser lo fundamental a lo que se reduce cualquier película de terror o desastre: ‘Algo está intentando matarme y no quiero morir’”.
La misión de Sam no es sobrevivir, tal cual. No busca unirse a la manada de neoyorkinos siguiendo las órdenes de la militar, en camino a estar a salvo en los barcos para salir de la ciudad (los alienígenas le temen al agua). De hecho, ves a Sam yendo en el sentido contrario. La única persona que va contra la corriente, porque Sam solo quiere sobrevivir el tiempo suficiente para disfrutar un pedazo de pizza en Harlem.
No se puede hablar del personaje de Sam sin hablar de su mascota de servicio, Frodo, a quien lleva a todas partes con ella. Frodo es interpretado por dos gatos, Nico y Schnitzel, y se apodera de los corazones de la audiencia (Nyong’o superó su miedo a los gatos para este proyecto, y ahora es feliz madre de un felino naranja llamado Yoyo). Hay críticas que dicen que Frodo es mucha distracción, que te la pasas buscándolo para ver que está a salvo, pero como alguien que ama a los gatos, no puedo evitar estar en desacuerdo. Frodo me hizo disfrutar mucho más la película, y es otra manera en la que se diferencia de las películas anteriores—en esas casi no hay animales, ni mucho menos mascotas. Sarnoski se negó a usar un gato hecho con CGI, y el resultado es increíble. Se sabe que los gatos son difíciles de dirigir, y no puedes más que preguntarte cómo lo hizo.
Frodo es básicamente un personaje principal, y es a través de Frodo que Sam conoce a Eric interpretado por el convincente Joseph Quinn de Stranger Things, y próximamente Gladiator II (2024)–. Eric escapa de una estación de metro inundada, totalmente apanicado, y lo primero que ve es a Frodo (en este momento, separado de Sam). Al ver al gato, Eric logra calmarse y decide seguirlo. (No lo culpo. Yo también hubiera ido detrás del gato). Frodo lo trae a Sam, y de inmediato lamentas el hecho que Quinn y Nyong’o justo apenas comienzan a compartir la pantalla.
Bajo el sonido de la lluvia, donde pueden hablar sin alertar a los alienígenas, Sam trata de convencer a Eric que huya al punto de evacuación con los demás ciudadanos. Eric está claramente en shock, y en un momento tan humanamente vulnerable, le admite a Sam que está muy asustado. Sam se da por vencida y permite que Eric le haga compañía.
Mientras Sam intenta (y no logra) encontrar medicina en su departamento para aliviar su dolor, Eric comparte que es estudiante de leyes y está solo en la ciudad—su hogar y su familia residen en Kent, Inglaterra. Comparte la impotencia que siente ante la situación, y descubre que Sam es una poeta publicada. Al enterarse de su misión, Eric le pregunta si puede ir a comer pizza con ella. Sam le entrega uno de sus poemas a Eric y le dice que lo lea. Él procede a leerlo en voz alta, y es así como Eric se entera de lo enferma que está Sam. Amparados por el fuerte sonido de la lluvia, gritan juntos para aliviar su estrés y desesperación.
De cierta manera, ambos son una especie de outsiders. Eric, siendo de otro país, literalmente lo es. Sam lo es de una manera distinta, como solo entienden las personas con enfermedades terminales. Ambos también comparten un estado de soledad.
Pero son más diferentes que similares. Resalta el contraste de Sam, un personaje solitario, obstinado y a la vez resignado a la situación, con el ansioso de Eric que no quiere estar solo en este apocalipsis. Un par de veces, vemos como Sam logra calmar a Eric mientras él está al borde de un ataque de pánico. (Para un estudio más profundo de la ansiedad, corre al cine a ver Inside Out 2 si no la has visto aún. Es una de las mejores películas de este verano, y te llega al corazón.)
Michael Sarnoski pone estos momentos humanos en los instantes perfectos, creando el equilibrio ideal entre estos lindos momentos y los momentos de tensión desgarradora. No puedes evitar más que estar inmerso en estos personajes y en su improbable alianza. Son dos desconocidos que se ayudan y protegen el uno al otro mientras el mundo se acaba. En medio del caos y la fatalidad inminente, comparten momentos llenos de vida. Podrías decir que al final se convierten en familia, y ver el transcurso de eso es hermoso.
Publicado Originalmente por: VOGUE