- El espectáculo de lencería vuelve tras un paréntesis de seis años, con un reparto de lujo que incluye hasta a la supermodelo Kate Moss.
Cuando se celebró el primer desfile de Victoria’s Secret, allá por los años 90, Kate Moss estaba ocupada liderando la imagen del movimiento grunge de la década: fumando en el backstage en los desfiles de Isaac Mizrahi y acompañando a Johnny Depp en la alfombra roja con un maquillaje minimal y un moño despeinado. Cuando se convirtió en todo un fenómeno televisivo a principios de los 2000, todavía no estaba en el radar de la supermodelo: «Vi partes de él, por supuesto», dice Moss al reflexionar sobre el ejército de alas que atrajeron a una audiencia de millones de personas en su momento más alto. “Pero yo no era realmente una chica de ropa interior… No era una chica Victoria’s Secret”.
Pero la historia ha cambiado esta noche en Nueva York. La gran pasarela de lencería ha vuelto seis años después, convirtiéndose una vez más en un auténtico éxito en taquilla y con Moss como la sorpresa estrella del casting. Entre la pérdida de tacón de Doutzen Kroes y la actuación de la mismísima Cher, Moss ha aparecido envuelta en una nube para desfilar en solitario por la pasarela (a excepción del guitarrista que entonaba I Love Rock And Roll).
El tema ha acompañado a la perfección su aparición. Mientras Gigi Hadid y Paloma Elsesser, junto a otros ángeles como Tyra Banks y Alessandra Ambrosio, sonreían y saludaban al público al caminar por la pasarela, Moss lo ha llevado a su propio terreno. Con una mirada ardiente e intimidante, la modelo ha recorrido la pasarela con un vestido de encaje negro transparente adornado con un par de alas de tul negro (muy discretas para los estándares marcados por VS).
Este ha sido solo uno de los grandes momentos de la noche en un desfile lleno de energía en el que la marca ha presentado una Victoria’s Secret renovada: más diversa, más body positive y más inclusiva en edades. Según Kate, que describe los antiguos desfiles como «agradablemente cursis», también es más cool.
Fue la incorporación de Emmanuelle Alt, ex redactora jefe de Vogue París y encargada del estilismo del desfile de este 2024, lo que convenció a Kate para participar por primera vez en este gran show. «Es una de mis estilistas favoritas», confiesa Moss, que ha hablado en exclusiva con Vogue antes del desfile: «Haga lo que haga, será genial. Tiene muy buen ojo, así que me sentí segura».
La última vez que pisó una pasarela fue en 2022, para Bottega Veneta: «Es divertido y emocionante, pero aún así me pongo nerviosa», reconoce. «Es algo a gran escala. Antes, cuando desfilaba continuamente, ni siquiera pensaba en ello: desfilábamos uno detrás de otro el mismo día. Ahora muy diferente, [las chicas llegan] ocho horas antes del espectáculo para peinarse y maquillarse». Algunas caras conocidas en el backstage, sin duda, han sido de gran ayuda: «¡Lila está aquí!», dice Kate, cuya hija de 22 años desfiló con un conjunto de lencería rosa pálido bajo una chaqueta de flecos a juego. «Y algunas de mis amigas, Joan Smalls, Carla Bruni…».
El hecho de que madre e hija hayan desfilado en la misma pasarela es probablemente un claro indicativo de la variedad de público, más amplio, –y de la clientela– a la que Victoria’s Secret intenta llegar. «Todo el mundo compra ropa, no solo las chicas de 22 años», declara Kate sobre la importancia de la representación en la pasarela. «Por eso es bueno mostrar a mujeres mayores y de todas las tallas, para ser más inclusivos con todo el mundo. [La moda, en su conjunto] está definitivamente en un lugar mucho mejor».
Publicado Originalmente por : VOGUE