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La ciudad que nunca duerme es estos días el epicentro de la industria a donde celebrities de todo el mundo han viajado para conocer de primera mano las tendencias de la próxima primavera.
Ayer Jeremy Scott dio el pistoletazo de salida con su desfile, uno de los más esperados y en donde el creador ha sabido jugar con lo que mejor sabe, los colores indiscriminados, las mezclas de tejidos opuestos, los estampados atrevidos y los patrones cargados de fluctuaciones y asimetrías.
Su propuesta presenta claras referencias a los años ochenta que van desde los minivestidos con volantes a las hombreras marcadas; con materiales como el lúrex o las lentejuelas; y estampados como la cebra, las flores y la raya diplomática reinterpretados siempre con su peculiar estilo cargado de color.
Como novedad, destacan los cortes que recuerdan al vestuario prehistórico de ‘Los picapiedra’ con bajos con forma de media luna, el vaquero tratado como si fuese una roca o las asimetrías desestructuradas. Todos los detalles, a continuación.