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- Según Mincetur, más de un millón de personas se movilizarán durante los feriados de celebraciones patrias.
- Este 2025, destinos como Lima, Chiclayo y Trujillo destacan entre las opciones más buscadas para viajes cortos dentro del país.
El feriado largo por Fiestas Patrias, que este año se celebrará del 26 al 29 de julio, marca una de las fechas con mayor movimiento turístico interno. Según Mincetur, se espera que más de un millón de personas se movilicen durante estos días. En este contexto, ciudades como Lima, Chiclayo y Trujillo se perfilan como destinos clave para quienes buscan una escapada corta sin salir del país, combinando cultura, gastronomía y descanso.

“Hemos visto un creciente interés por escapadas cortas dentro del país, donde se valoran la autenticidad, la buena gastronomía y la accesibilidad. Por eso, nuestros hoteles están diseñados para responder a distintos estilos de viaje y a lo que hoy busca el viajero peruano”, señaló Geilan Mustafá, Directora Corporativa de Marketing de Hoteles Costa del Sol.
Así, la cadena hotelera peruana, con sedes ubicadas estratégicamente en estas ciudades para explorar lo mejor de cada una de ellas, y con servicios diferenciados según el tipo de viaje, comparte algunas recomendaciones para aprovechar al máximo estos destinos:
- Lima: el Hotel Costa del Sol Wyndham Lima City está ubicado cerca de Miraflores y Barranco, con fácil acceso a parques, museos y espacios donde se celebran fiestas patrias. Sus paquetes incluyen escapadas románticas, planes familiares con actividades para niños y opciones para viajeros corporativos.
- Chiclayo: a poco más de una hora en avión desde la capital, Chiclayo ofrece sol, historia y una potente tradición culinaria. El hotel del grupo, ubicado estratégicamente en el centro, facilita el acceso a museos y mercados locales. Su restaurante Páprika ha sido nominado 9 veces por los premios Summum por platos emblemáticos como el arroz con pato y la causa ferreñafana.
- Trujillo: el grupo hotelero en la “Ciudad de la Eterna Primavera” ofrece dos alternativas: un hotel en pleno centro histórico, ideal para recorrer casonas e iglesias, y otro en la zona más exclusiva, con jardines, piscina y spa para desconectar. Tras visitar Chan Chan o las huacas, el restaurante Páprika invita a cerrar el día con un shambar o una sopa teóloga, clásicos de la cocina trujillana.
“Más allá del alojamiento, queremos que cada experiencia hable el idioma de la ciudad. Por eso, integramos ingredientes locales en nuestra cocina, y diseñamos espacios que invitan al viajero a conectar con la historia, la cultura y los sabores que hacen único a cada destino”, concluyó Mustafá.