No hay invierno sin botines o zapatos burdeos o granates, pero el boom de un tono muy específico de rojo, más oscuro, hace que miremos con otros ojos cualquier calzado teñido por este matiz.
Este invierno no hay medias tintas en cuestión del calzado: se llevan o zapatos muy discretos, en tonos atemporales como el negro, o se llevan a su vertiente más llamativa, con el plateado tiñéndolo todo para añadir un toque festivo a cualquier look. Existe, sin embargo, un punto intermedio para aquellas que no busquen ni la máxima discreción ni llamar la atención.
Un color sutil, elegante, atemporal y que combina absolutamente con todo. En invierno nunca falta, pero es que este año es un pigmento que no podemos quitarnos de la cabeza: el burdeos (o el granate) viene a ser algo así como el lujo discreto de la paleta cromática de las tendencias del otoño-invierno 2023-2024. Ante él han caído rendidos multitud de diseñadores, que lo han declinado en distintos formatos. Por ejemplo, Bottega Veneta propone botas infinitas trenzadas, combinadas con vestido negro. Para Saint Laurent es el calzado perfecto para casar con su sastrería, mientras que JW Anderson le da un toque divertido con tacones arquitectónicos con su inicial en dorado. Ante todo una premisa: una punta afilada que alarga visualmente la pierna.
Es la vertiente más oscura de la ‘cherry girl’ que ha empezado a verse en redes sociales. Somos muy conscientes de que el color rojo es uno de los reyes absolutos del armario esta temporada, pero si tenemos que destacar un matiz, es ese rojo oscuro, más tirando hacia el cereza, el que prima entre los entendidos. No es casualidad, por ejemplo, que Sabato de Sarno lo eligiese para su debut al frente de Gucci. O que nos encontremos en otras firmas como Hermès total looks así: es una auténtica golosina visual que invita a vestir con cualquiera de nuestros estilismos. Dentro y fuera de la pasarela podemos encontrar tonalidades más oscuras que viran hacia apuestas en dos sentidos: más rojiza (o granate) y más morada (más burdeos).
El street style es la mejor prueba una vez más de la versatilidad de estos tonos. Por ejemplo, solo hacen falta unos stilettos burdeos para transformar a un pantalón sastre ceñido con cinturón ancho. Se le puede dar un giro a un estilismo naíf si añadimos a unos zapatos salomé en burdeos unos calcetines blancos, una falda a juego de terciopelo y una perfecto vintage. Aquí ya hemos hablado del boom de los zapatos con hebillas de Miu Miu: su opción en color burdeos se lleva fenomenal añadiendo otra prenda del mismo color en la ecuación, bien a través de un suéter de punto o de un abrigo oversize de piel.
En botas y botines, el color burdeos también se presenta como una opción magnética. Sean de cowboy o de punta redondeada, solo tienes que escoger los más cómodos y bonitos y rendirte a todas sus posibilidades. Una idea que hemos encontrado en el street style pasa, por ejemplo, por sumarle un vestido negro, tipo blazer, y un bolso que añade contraste, como el verde aceitunado. O una perfecto de cuero y un bolso del mismo color. Las expertas en moda dejan claro que el rosa es un color con el que también funciona: ¿Qué tal unas botas altas de este tono y un abrigo con hombreras potentes a contraste? Con cualquier tipo de zapatos en color burdeos resulta imposible fallar.
Publicado Originalmente por : VOGUE