El desfile de Valentino de primavera-verano 2024 apostó por un clasicismo contemporáneo
No, no era la vuelta al cole: estábamos en el desfile L’École de primavera-verano 2024 de Valentino en la semana de la moda de París. El profesor era Pierpaolo Piccioli, y nosotros, periodistas, influencers y compradores, sus alumnos. La colección, acompañada de la performance artísticomusical de FKA Twigs y Koreless, fue una invitación a dejarse llevar por los sentidos. Las bailarinas vestidas con trajes nude del tono de su propia piel, no solo danzaban al ritmo de la música, sino que se movían en tanques con arena, tierra y piedras creando ruidos naturales que acompañaban a las modelos. El oído, la vista, pero también, y sobre todo, el tacto: porque es con las manos con las que se aprende, se da forma y finalmente se crea la belleza. No es casualidad que uno de los teasers publicados en la cuenta de Instagram de Valentino muestre las manos de las costureras en plena confección de las piezas que se presentaron el domingo.
Pero también son las manos de Piccioli las que dan los últimos retoques: un tirante demasiado largo o una costura demasiado estrecha, pequeños detalles que pueden marcar la diferencia. En esos centímetros, milímetros a veces, es la mano humana la que define, quizá con intención creativa (y lejos de la inteligencia artificial), el resultado final de un look. Gracia, medida y proporción definen la armonía, concepto igual a belleza en los cánones de la Antigua Grecia que sirvió de motor a la colección.
Asistir al desfile de Valentino de primavera-verano 2024 fue recibir una lección de estilo clásico contemporáneo, donde lo básico se convierte en belleza y verdad gracias a la hábil mano de quienes han creado estas prendas.
#1 Hábitos de vestal
Las antiguas sacerdotisas inspiraron una serie de vestidos capa, ligeros y fluidos que llenaron de figuras etéreas una sección del desfile.
#2 ‘Cut-outs’ pitagóricos
Las formas triangulares –grata constante en los desfiles de Picccioli–, recortadas esta vez a ambos lados de vestidos minimalistas, acentuaban la cintura con un sofisticado patrón geométrico.
#3 Decoraciones kalathos
Los minivestidos, con refinadas decoraciones caladas exquisitamente ejecutadas, evocaban también la arquitectura de la Antigua Grecia en tonos que iban del blanco inmaculado al resto de tonos que bañaron la pasarela (rojo, verde, negro, gris y arena). Sus labores de macramé en versión macro incorporaban volutas, hojas, granadas y animales, elementos tomados directamentedel kalathos, es decir, la parte decorada de los capiteles griegos. Confeccionadas en tela, pero también en cuero y denim, las prendas irradiaban un halo de alta costura.
#4 El nuevo combo clásico
Vestido de punto + zapatillas, ni más ni menos. El punto presentaba un interesante efecto que recordaba a los surcos de las columnas.
#5 Camisa blanca convertida en chaqueta
La camisa blanca impoluta deja atrás su formalidad para llevarse a modo de chaqueta. La magistral sastrería de la firma hace que cobre todo el protagonismo del look.
#6 El pantalón vaquero, emblema del estilo clásico contemporáneo
El pantalón vaquero –sin necesidad de mucha presentación– resumen en sí mismos el concepto de clasicismo contemporáneo. Inmunes al paso del tiempo e irresistibles en sus infinitas interpretaciones, además del modelo ‘cinco bolsillos’, hubo bermudas e incluso denim elevado con flores cosidas a mano.
Publicado Originalmente por : VOGUE