“Doomo Saltado” es el resultado de una combinación precisa de dos cocinas: la peruana y la japonesa, que busca sorprender y sobrepasar expectativas siempre. Cada plato que se ofrece en la carta es preparado uno por uno, con la dosis exacta de ingredientes, temperatura y dedicación.
Por: Solley Carranza | @WantanSibarita
Edinho Hayashida es administrador de profesión y hace poco más de un año asumió la re-dirección de Doomo Saltado, que antes fue un negocio familiar. Dejó su prometedora carrera en una empresa automotriz para sumergirse en el mundo gastronómico. Se considera foodie “desde que empecé a trabajar me gusta salir a comer al menos una vez a la semana y aún más cuando viajo, por eso soy más crítico con la comida”. Hayashida tiene una filosofía interesante sobre el poder la comida, considera que la ésta puede cambiarle el día a una persona, por eso es muy importante que la experiencia en su restaurante se mantenga siempre igual o mejor para “las aproximadamente 200 personas por día que nos visitan de lunes a viernes y las otras 350 que vienen los sábados y domingos”.
La especialidad que mejor representa a Doomo Saltado son los saltados (en sus diversas presentaciones), y por herencia del papá de Edinho, quien se animó a fundar el restaurante a tanta insistencia de sus amigos y familiares. Sin embargo, hoy la carta de Doomo Saltado es mucho más amplia y ambiciosa. Cuentan con piqueos, entradas, platos de fondo, bebidas y postres. Entre los que destacan están Kai Maki, elaborado a base de cangrejo, parmesano, salsa spicy. Todo ello flambeado y encima una gota de salsa anguila; Lomo Saltado con Gohan (arroz japonés); Chaufa Doomo, que lleva panceta de cerdo, pollo y cuadril salteado.
Por otro lado, también cautivan las Gyozas, son empanadas japonesas al vapor; Okinawa Soba, que es una deliciosa sopa con sabor oriental; Maki chan, elaborado con panceta de cerdo bañada en salsa anguila flambeada sobre una cama de parmesano; Tallarines a la huancaína, que se acompaña con lomo fino salteado; Veggie saltado, que es la versión vegana del lomo saltado, reemplazando el cuadril por el shiitake (un jugoso hongo japonés ); Sashimi de salmón Atlántico 100% fresco, entre otras deliciosas opciones.
Doomo Saltado, en palabras de Hayashida, “es más que un restaurante”. No solo impacta a sus comensales por su sazón y fusión indiscutibles, sino también a su equipo de trabajo y la sociedad por las iniciativas que aplica. “Tenemos el ‘Día Doomo’ para que todos nuestros colaboradores tengan un sábado de descanso que es remunerado”. Además, todos los colaboradores pueden acceder a descuentos en clases de inglés y excel, “si algún día dejan de trabajar con nosotros, tiene que irse mejores de cómo llegaron”.
Por otro lado, han implementado una línea de envases biodegradables para la comida que se expende vía delivery, con la finalidad de contribuir con el medio ambiente, y a partir de octubre contarán, dentro del local, con un pequeño puesto de insumos y bocaditos japoneses que destinará un porcentaje de las ganancias a la organización sin fines de lucro Enseña Perú para contribuir con la educación del país.
En los próximos meses el local de Lince estará siendo remodelado, “queremos darle un restaurante top a nuestros clientes, manteniendo la atención, carta, calidad y precios”. Además, pretenden potenciar su línea de makis con una cocina demostrativa y accesible al público, “no solo queremos ser parte de los diez mejores lomos saltados de Lima, sino también de todos los platos que tenemos en nuestra carta”. Y hacia inicios del próximo año, esperan celebrar la apertura un nuevo local en Surco.