María, reina de Escocia, siempre ha sido una fuente inspiración para los franceses, aunque nunca tanto como este lunes en el último desfile de la colección crucero de Dior, celebrado en Escocia.
De nombre María Estuardo, hija del rey Jacobo V de Escocia y de su esposa francesa, María de Guisa, su trágica historia y su férrea resistencia a su cruel destino dieron lugar a una de las mejores colecciones de la diseñadora italiana Maria Grazia Chiuri para la casa Dior.
El desfile abrió con una gaitera tocando lastimeramente, ataviada con un traje rojo oscuro como el que María llevaba puesto el día de su ejecución, un símbolo católico del martirio. En primer lugar, desfilaron princesas guerreras vestidas con telas de cuadros de lana azul noche, morado oscuro y verde bosque cortadas en magníficos vestidos de cóctel con escote, boleros con cremallera y volantes. Faldas y cortavientos. Los estilismos dieron paso a un aire medieval con corazas de tartán y tops de lentejuelas que simulaban armaduras. Casi todas las modelos calzaban botas de trabajo de varias tiras, desabrochadas y con calcetines oscuros de rombos por la rodilla, el último look de Chiuri que dará pie a una tendencia mundial.
En la primera fila, admiraban el desfiles rostros como el de Rosamund Pike, Lily Collins y Jennifer Lawrence.
Este desfile Crucero fue también el último gran ejemplo de la inquieta capacidad de Chiuri para conectar con diseñadores, artesanos y recursos textiles locales poco comunes.
Chiuri voló a las Hébridas Exteriores para estudiar a los tejedores de Harris Tweed, e incorporó sus tweeds en múltiples looks. Se trasladó a la costa noreste de Escocia para trabajar con los tejedores de Johnstons of Elgin, y
se asoció con la diseñadora e influencer local, Samantha McCoach, de Le Kilt, para crear unas prácticas faldas escocesas con bolsillos.
«Pudimos trabajar con un gran grupo de proveedores locales, fue una hermosa experiencia que además dio lugar a una paleta muy novedosa para Dior», declaraba Chiuri, que llevaba un kilt plisado alargado con múltiples bolsillos acabados a modo de arnés de carpintero, perfecto para guardar el móvil, cigarrillos o unas tijeras.
El desfile volvió a unir a Dior con Escocia. En abril de 1955, Christian Dior presentó una colección de primavera/verano en un baile benéfico en Gleneagles, el legendario hotel de estilo señorial escocés, y un desfile en el Hotel Central de Glasgow. Las fotos de esos eventos (modelos de pasarela vestidas de tul, Monsieur Dior con corbata blanca mirando encantado sus creaciones o incluso visitantes sin entrada de pie en el exterior) son editadas con Photoshop y plasmadas en pecheras punky, totes Dior y abrigos. E incluso en mantas de coleccionista que se repartieron entre los invitados cuando comenzó a bajar la temperatura antes del desfile.
Chiuri, la mejor diseñadora feminista de la moda, también hizo referencia a «Embroidering her Truth» (Bordando su verdad), la biografía cultural de Clare Hunter sobre María Estuardo, que muestra cómo María utilizó telas suntuosas como futura esposa del delfín francés, o más tarde, en cautiverio, bordó mensajes codificados para sus partidarios.
«El libro de Clare Hunter es fascinante por cómo explica la experiencia de María en la prisión con sus damas de compañía. Cómo utiliza sus labores «domésticas» de coser y bordar para expresar sus propias posiciones. Es feminista, en el sentido de comunidad de trabajar para defender algo», insistía Chiuri, sentada en un sofá de cuadros frambuesa y naranja en un avance previo al desfile entre bastidores.
Chiuri colocó adjetivos como feroz, difícil, gruñona o histérica en los corsés blancos o florales que llevaban las modelos mientras daban vueltas por el jardín simétrico de estilo renacentista francés del castillo de Drummond, de una belleza extraordinaria. La misma mañana del desfile, el diario nacional The Scotsman ya había puesto el desfile en portada, escribiendo: «La colección (de Dior), un secreto absoluto, impenetrable como un corsé vintage».
Jugando con el legado de María Estuardo, cuya vida se dividió entre Francia y Escocia, Maria Grazia también encargó a la artista Pollyanna Johnson la creación de un retrato moderno, inspirado en la tradición de las cerámicas ilustradas decoradas con retratos de los siglos XVI y XVII.
Nacida en 1542, María se convirtió en reina de Escocia son solo seis días de vida, cuando su padre murió repentinamente tras el parto. En 1559, con 16 años, se convirtió en reina de Francia durante un año, hasta que su marido, el rey Francisco II, murió por un absceso cerebral. De regreso a Escocia, pronto fue percibida como una amenaza para la llegada al trono de la protestante Isabel I, que la hizo encarcelar en 1568, pasando 18 años en diversas prisiones antes de ser decapitada.
Pero la famosa belleza y el cerebro de María brillaron en el desfile, con una hermosa selección de noche con majestuosos vestidos de encaje, a veces combinados con modernas gabardinas, y otras con blusones de zorro finlandés.
En resumen, aunque hacía referencia a una de las reinas trágicas más románticas de la historia, la colección y la visión de Dior es más joven, más atrevida, más fresca y más sexy. Y es sin duda la colección Crucero más poderosa de esta temporada.
Tras ocho años en Dior, uno se pregunta qué más quiere decir Maria Grazia en la casa.
«Creo que quiero hacer lo que me dé la gana», reía, y añadió: «Soy muy afortunada, porque puedo hacer lo que quiero, es decir, trabajar con artesanos y artistas con los que quiero colaborar. Emplear a artesanos a los que respeto y ayudar a mantener escuelas para artesanos. Esta es una razón fundamental por la que soy muy feliz en Dior».
Escrito originalmente por:
Fashion