En forma de un nuevo mensaje de empoderamiento lanzado y puesto al alcance de la nueva mujer contemporánea, la casa de modas francesa Dior presentaba este lunes, 3 de julio, su nueva colección de Alta Costura, para la próxima temporada Otoño/Invierno de 2023/2024. Una propuesta desde la que Maria Grazia Chiuri, directora creativa de las colecciones femeninas de Dior, ha pasado a sumar su imaginario al de la reconocida artista italiana Marta Roberti, para terminar, de manera conjunta, de dar forma a una renovada estereotipación de una nueva diosa de la feminidad, a la que no han dudado en rendir culto desde este desfile de presentación, celebrado a modo de “ritual” durante la primera jornada de desfiles de esta nueva edición de la Semana de la Alta Costura de París.
Natural de la localidad de Brescia y actualmente asentada en Roma, Marta Roberti es una artista contemporánea que ha dedicado gran parte de su trayectoria a estudiar las iconografías de deidades femeninas procedentes de distintas épocas y culturas de la antigüedad. Figuras heredadas de la propia historia del hombre, a las que no ha dudado en dar su propio espacio dentro de su imaginario, enfatizando a lo largo de toda su producción artística su representación junto a la de fragmentos de paisajes salvajes, autorretratos y de la suma de elementos, principalmente antropomórficos, que de manera histórica han terminado de completar el imaginario de esta serie de deidades femeninas. Unas diosas a las que ha sido ahora Chiuri quien ha tratado de dotarlas de forma y de entidad corpórea, a través de esta colección de alta costura que bebe directamente de la poética de la obra de Roberti, responsable por su parte de crear las piezas que han servido de telón de fondo para esta presentación, sirviendo con ello de base a una exposición que podrá visitarse en los jardines del Musée Rodin hasta el próximo 9 de julio. Un ejercicio así pues este de aproximación entre la producción artística de una y otra, que terminan así de reunirse atadas en torno a esa serie de valores que ambas enarbolan y defienden, y que germinan desde la percepción del mismo ritmo, pausado y atemporal, de sus producciones, originadas desde el pasado y con una mirada siempre dirigida hacia el presente y al futuro, y como llave y puerta de entrada a la reivindicación de una feminidad que responde al ideal del de una mujer capaz de ser a un mismo tiempo imagen de fragilidad y de fuerza.