Nacida en David, provincia de Chiriquí, creció rodeada del amor de sus padres y hermanos. A los 18 años, tuvo la oportunidad de seguir sus estudios universitarios en Estados Unidos, donde conoció a quién ha sido su compañero de vida por 48 años. Fue junto con él, que se convirtió en lo que ella cataloga como «una ciudadana del mundo«, viviendo en las diversas culturas.
La oportunidad de poder ver tantos países, sus maneras de vivir y las artes que se practican en cada una ellas; hizo emerger en ella, una etapa de crecimiento especial, donde la diversidad le daba inspiración.
Desde muy joven, Joyce presentaba una debilidad por los textiles y fue durante los años que vivió en México, donde tuvo la oportunidad de experimentar por primera con los bordados. Resultando para ella, en una experiencia hermosa y disfrutando esa manera atrevida en la que los colores se combinaban para crear una obra de arte.
Fue también, durante su estadía en Bangladesh, que aprendió lo que es hoy es su pasión, el arte de la serigrafía sobre telas naturales. Puesto que en Bangladesh, conoció como se imprimían los sarees de algodón, viendo como convertían telas casi transparentes en una explosión de colores que deleitaban y hablaban de gente talentosa a través de un mar de colores.
Fueron estas experiencias, que generaron en ella un deseo inmenso de poder colocar sus ideas sobre telas algún día; el cual, terminó cumpliendo. Siendo así, que luego de 46 años en el extranjero, regresó a Panamá para iniciar su taller de serigrafía, Mostrando en el mismo, la experimentación de colores mientras confecciona mantelería y piezas de vestir. Para Joyce McCabe, esta trayectoria a traído para su vida, un sin fin de bellas sorpresas.