Este mes, el JW Marriott Lima conmemora un hito trascendental marcando un legado de hospitalidad de lujo, innovación constante y profundo compromiso con la comunidad peruana.
Este aniversario no solo representa el paso del tiempo, sino también la consolidación de una visión: servir con pasión y ser un puente entre culturas, un hogar lejos de casa y un motor de impacto positivo en la sociedad.
Desde su apertura en el año 2000, el hotel se ha consolidado como un ícono de la hospitalidad peruana, creando experiencias únicas para miles de huéspedes de todo el mundo y dejando un sello imborrable en la industria turística del país.
“Estamos profundamente agradecidos con nuestros asociados, huéspedes, clientes, propietarios y con la comunidad que nos ha acompañado en este viaje. Su confianza y lealtad han sido los pilares de nuestro crecimiento”, expresó Heinz Prelle, Gerente General del JW Marriott Lima.
Durante este cuarto de siglo, el hotel no solo ha sido sinónimo de lujo y excelencia —reconocido con múltiples premios a nivel mundial—, sino también de un firme compromiso con la responsabilidad social. A través de programas de voluntariado, sostenibilidad ambiental y alianzas con organizaciones locales, el JW Marriott Lima ha reafirmado su propósito de contribuir activamente al desarrollo del Perú.
“Celebramos este aniversario con mucha gratitud y con una profunda emoción por todo lo vivido. Miramos hacia el futuro con esperanza, entusiasmo y el firme compromiso de seguir transformando vidas a través de la hospitalidad. Renovamos nuestra promesa de continuar elevando los estándares de la industria, de abrir puertas al talento peruano y de crear recuerdos únicos para quienes nos eligen cada día”, añadió Prelle.
Sobre JW Marriott Lima, el icónico hotel, referente de la hotelería de lujo en la capital peruana, estratégicamente ubicado frente al malecón de Miraflores, experimentó un proceso de renovación que inició con las áreas públicas y finalizó con las habitaciones, ofreciendo así un concepto elegante y moderno.
Las habitaciones se complementan con una variedad de servicios que enriquecen la experiencia de quienes visitan la propiedad. El hotel cuenta con tres espacios gastronómicos. La Vista es el restaurante principal, cuyo nombre obedece a la perspectiva privilegiada al malecón y al mar; allí es posible disfrutar de un amplio desayuno buffet, tea time y un menú a la carta para almuerzos y cenas. Por su parte el JW Lounge dispone de una propuesta Nikkei con alta coctelería de autor, y JW Market compila lo mejor de la pastelería gourmet. Adicionalmente, los huéspedes pueden mantenerse en forma en un bien equipado gimnasio siendo el más amplio en la ciudad en un hotel.