La diseñadora Elena Vélez redefine la feminidad en NYFW

por podium

La colección estuvo enfocada en 30 looks, y contó con una variedad de elementos como látex, flejes y las estructuras de metal y acero ahora características de Vélez que apoyaron su narración. Continuó empleando telas reutilizadas; trabajado con artesanos del Medio Oeste; y le mostró algodones, linos y gasas recurrentes en combinaciones de colores neutros.

Lo más novedoso fue una serie de piezas bañadas en látex, como el look de cierre que usó Richie Shazam, desarrollado en colaboración con la artista Caroline Zimbalist. Vélez describió esas prendas como viviendo en un “estado amniótico placentario” que juega con la “humedad femenina” de una manera nueva. Pero a pesar de lo convincente y convincente que es su narrativa, tal vez porque es tan autobiográfica, Vélez estuvo en su mejor momento esta temporada cuando flexionó su ojo para la construcción y la técnica. Había un retorcido romance en su drapeado de gasa, como el vestido del look 11, y una severidad en su exacto e intencionalmente inacabado corsé. Algunas de sus piezas menos complicadas, como la camisa abotonada con cinturón en el look de apertura (modelada por Karen Davidson de Harley-Davidson), a menudo hablaban más fuerte de su visión, tal vez porque eran las más fáciles de imaginar siendo usadas por el mujeres con las que nos cruzamos todos los días.

Fue publicado originalmente por

VOGUE RUNWAY

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