El virus manda en la nueva normalidad. Y la lucha contra la pandemia dicta medidas estrictas que van desde el confinamiento en Francia o Reino Unido al cierre del comercio no esencial en Bélgica, pasando por el progresivo avance de las restricciones por comunidades autónomas en España. La sombra de un posible nuevo confinamiento acecha a la industria y la campaña de navidad puede enfrentarse a un contexto inaudito. La rápida adaptación, las nuevas fórmulas y el impulso de la digitalización y el canal online marcan la inevitablemente flexible hoja de ruta de las empresas de moda españolas. El sector, que en 2019 representaba un 2,9 % del PIB español, se somete a un horizonte marcado igualmente por el peligro del retroceso de ventas, el cierre de tiendas o los ERTE.
Mango
Por su parte, la compañía catalana Mango sufre el impacto del confinamiento francés con el cierre de hasta 204 puntos de venta. El país, el segundo mercado más importante para la marca, está fuertemente condicionado por las restricciones ante la segunda ola de la pandemia, al igual que Reino Unido (donde presenta alrededor de 30 tiendas), Bélgica e Israel, territorios en los que la enseña se ha visto igualmente obligada a echar la persiana de forma temporal. A nivel nacional, el número de espacios inactivos se eleva a 24 en Cataluña y 6 en Asturias.
«En aquellas tiendas donde no podemos operar se está aplicando un ERTE a las plantillas. Lo mismo aplicará a nuevas zonas, en caso de tener que cerrar tiendas», han detallado fuentes de la empresa. En el combate frente a la segunda ola de la pandemia, la empresa dirigida por Toni Ruiz no contempla una revisión del «sourcing» a nivel de acercamiento de la producción. Los movimientos de Mango pasarán por «potenciar el comercio electrónico en los países donde sea el único canal de venta», al tiempo que pretende apostar por la omnicanalidad y «potenciar la venta en ambos canales» en aquellos territorios donde la red física pueda permanecer operativa.
H&M
«Estamos atravesando una situación excepcional que nos obliga a ser flexibles, a adaptarnos a los acontecimientos», declaran desde la filial española de H&M, absteniéndose de avanzar las próximas decisiones que tomará la compañía. Por su parte, fuentes sindicales anticipan que la empresa sueca presentará un ERTE en Cataluña, dadas las últimas restricciones que han obligado al cierre de hasta 13 establecimientos de la marca, mientras que otros 13 continúan operando con limitación de espacio o aforo. Por su parte, Asturias solo presenta una tienda inactiva en estos momentos.
Sobre los puntos estratégicos en los que se apoyará el gigante de la distribución para sobrellevar la segunda ola de la pandemia, desde H&M subrayan la importancia de «monitorizar constantemente la información con el fin de seguir las recomendaciones de las autoridades competentes en los mercados para gestionar esta situación de la mejor manera posible. En la misma línea que Mango, la omnicanalidad se alza como principal prioridad en el contexto actual. «Hemos visto que la situación del Covid-19 ha acelerado la digitalización que ya habíamos empezado a ver antes de que comenzara la pandemia», comentan responsables de la compañía, asegurando que cada vez hay más clientes que han comenzado a comprar online. «Están dejando claro que valoran una experiencia inspiradora en la que las tiendas físicas y el canal online interactúan y se fortalecen mutuamente. Por lo tanto, seguimos integrando nuestras tiendas físicas y canales de compra digitales para lograr el mejor modelo omnicanal», explican.
Inditex
El grupo gallego fundado por Amancio Ortega, al igual que varios de sus competidores, ya acusa el efecto de los cierres de las tiendas de todas sus marcas (Zara, Bershka, Pull&Bear, Stradivarius, Oysho, Massimo Dutti o Uterqüe) en Francia, donde la compañía cuenta con más de 280 tiendas, en Reino Unido, con más de un centenar de establecimientos, y Bélgica. En España, donde emplea a casi 50 000 trabajadores, Inditex sigue las mismas normas de cierres ya mencionadas, las cuales afectan a las comunidades con restricciones.
A finales del mes de octubre, la compañía alcanzó un preacuerdo con los sindicatos sobre el protocolo laboral para la transformación digital, ante el anuncio de reforzar el negocio digital y la reorganización de su red física, que contempla hasta 1200 cierres hasta 2021. Durante la primera ola de la pandemia, Inditex descartó el ERTE y continuó asegurando íntegramente el salario de sus empleados pese al cierre de tiendas obligado.